19 February 2007


LAS CAUSAS PERDIDAS

El día de ayer, después de haber visto los conciertos de los activistas pro-derechos humanos Bono Vox de U2 y Manú Chau, ex-intergrante del grupo mano Negra, estuve reflexionando sobre aquellos ideales que movilizaron a generaciones anteriores y que hoy en día han caído en saco roto. En su habitual columna de Perú 21, en día de hoy, Alonsos Cueto relexiona sobre las causas perdidas de aquellas generaciones, a propósito de la lectura de la novela de Oliver Rolin, Tigre de papel. Anota Cueta en su artículo:

Esto, que hoy nos puede parecer broma, en algún momento fue llamado con el nombre de "consecuencia". ¿Estamos realmente tan lejos de esa época? Ahora, cuando se cumple el designio de Oscar Wilde ("todo tiene precio y nada tiene valor"), nos encontramos también en un mundo sin modelos, sin héroes, sin personas a quien admirar. Nungún político, ni líder mundial es demasiado digno de veneración, algo que nos reservamos a los futbolistas y a los cantantes, los últimos héroes precisamente porque pertenecen a un mundo imaginario. Hemos renunciado a buscar un mundo perfecto quizá porque sabemos que la perfección es imposible y a lo mejor indeseable. Todos aspiramos con las justas a ser sobrevivientes dignos y nos resignamos con humor a las injusticias, la corrupción y la violencia que vemos a diario. Hoy en día, mientras sumamos depresiones, suicidios y soledades a nuestro alrededor, vivimos la experiencia de la falta de fe y de convicciones firmes. Hemos perdido hasta cierto punto hasta la capacidad de indignarnos. Nuestros problemas se convierten en motivos de bromas y de chistes. Una óptica común es la de la ironía y el cinismo. Y pensar que hace cuarenta años, estos personajes de Tigre de papel abrazaron una causa, protestaron contra la injusticia y exigieron lo imposible. ¿No podríamos aprender algo de ellos?