10 February 2007


DANTE STONE

Siempre lo sospeché, pero nunca lo confirmé. En un artículo de la sección Luces de El Comercio, se anuncia una noticia que ha consternado el ambiente académico europeo. Al parecer, la publicación del libro de Bárbara Reynolds, Dante: The Poet, The Political Thinker, The Man, ha desatado una polémica en torno a la figura del poeta florentino, dado que en ella se afirma la idea de que Dante se estimuló con cannabis y mescalina para poder componersu grandiosa obra. La nota dice lo siguiente:

Por Elisabetta Piqué, La Nación de Argentina

El escándalo literario se desencadenó a raíz de un artículo publicado en el "Corriere della Sera" sobre el último libro de Barbara Reynolds, que se titula "Dante: The Poet, The Political Thinker, The Man", que afirma aspectos insospechados sobre la vida del autor de "La divina comedia".
Entre otras grandes novedades, la autora de 94 años, famosa por haber realizado la mejor traducción de la obra de Dante al inglés, revela un detalle totalmente desconocido: para inspirarse, el escritor italiano tomaba estupefacientes, entre ellos, cannabis y mescalina, un derivado del 'Aloe vera'.


De ahí se explica por qué al ascender al Cielo, Dante se compara en el primer canto del Paraíso con Glauco, que alimentándose con una hierba se había transformado en una divinidad marina.
Reynolds sugiere, así, que las visiones del Paraíso que existen en el gran poema del padre de la literatura italiana fueron fruto del uso de estupefacientes. Un virtual anticipo de los estados alterados de la conciencia descubiertos por Aldous Huxley a través de otra hierba alucinógena.


LOS VICIOS DE DANTE

Si bien la revelación de que Dante usaba sustancias estimulantes ocupa tan solo unos renglones en un volumen de 500 páginas, la teoría de Reynolds causó gran ruido entre los entendidos. Tanto es así que el "Times Literary Supplement", el más prestigioso suplemento literario británico, tituló en tapa: "Dante drogado".


En Italia el impacto no fue menor. El profesor Guglielmo Gorni, presidente de la Societá Dantesca Italiana, reaccionó sin ocultar su fastidio. "Es una hipótesis poco creíble", sentenció. "Hay una fastidiosa y difusa tendencia a proyectar sobre Dante todos nuestros vicios, hasta los más inconfesables", agregó este experto, que dijo no haber leído ni el libro de Barbara Reynolds.
Vittorio Sermonti, otro conocido dantista, consideró una total estupidez que la estructura del Paraíso fuera escrita por Dante bajo los efectos del cannabis y de la mescalina. "Son hipótesis que nunca escuché y espero que ella (Barbara Reynolds) no las haya escrito. Sé que es una estudiosa muy seria, hasta un poco aburrida, y me sorprendería que hubiera escrito un libro escándalo", añadió.


Fuera del coro antagonista, Giulio Leoni, profesor de Literatura Italiana y autor de tres novelas policiales sobre Dante, estimó que no solo es posible, sino probable que el gran poeta haya utilizado estupefacientes. "La dantística oficial dejó bajo la sombra muchos aspectos de la vida de Dante. Este fue reprimido por la crítica académica, casi toda de raíz católica, que lo quiso embalsamar dejándolo como el gran poeta de la cristiandad", apuntó.
Leoni recordó que Dante conocía bien la farmacopea --libro en el cual se expresan las sustancias medicinales que se usan más comúnmente y el modo de prepararlas y combinarlas--, por lo que sabía muy bien qué plantas utilizar. "En mis novelas --concluyó--, más de una vez imaginé a Dante preparándose sus remedios para curar sus achaques... ¿Quién puede excluir que no haya utilizado esas mismas plantas para otros fines?".


BEATRICE NUNCA EXISTIÓ

Pero las afirmaciones de Reynolds son más polémicas que eso. También duda de la existencia de Beatrice, la musa inspiradora del poeta y su amor imposible. Si bien la opinión generalizada es que era la hija de Folco Portinari, que se casó con Simone Bardi y murió a los 24 años, la historiadora juzga probable que solo fuera el fruto de la imaginación de Dante. Además, asegura que el poeta toscano en su juventud tenía amistades vulgares y que intercambiaba sonetos eróticos con Forese Donati, el primo de su mujer.