05 March 2007

ENTREVISTA A JOSÉ ANGEL MAÑAS

Leo en la página del diario virtual Siglo XXI una entrevista al narrador español José Ángel Mañas, autor del recordado libro Historias del Kronen, realizada por Gabriel Ruiz-Ortega:

Tu última novela, Caso karen, recoge mucho del ámbito editorial español.
Digamos que lo más real son el mundo y los personajes. Luego he fantaseado, colocándolos en situaciones que me parecían interesantes para sacarles el máximo jugo psicológico.
Pero también a tus novelas se les ha dado una lectura sociológica.
En absoluto. La referencialidad es un elemento más de mis novelas. Lo primordial, sin embargo, es la literatura… de ficción. Lo matizo porque la buena ficción y la buena literatura no siempre van de la mano. Balzac, Galdós, Dostoievski….
Historias del Kronen, ¿cómo la ves a más de diez años de haber sido publicada?
Es una novela que me sigue gustando. La hojeo con bastante frecuencia, y siempre con la idea de encontrarme con una decepción. Pero sorprendentemente –lo digo porque tenía 23 años cuando la publiqué-, el texto sigue aguantando esas relecturas.
¿Te mareó la fama?
Una fama tan temprana me perturbó, como le habría ocurrido a cualquiera. Tardé un años en volver a tocar tierra.
¿Cuál es tu punto de partida al escribir una novela?
Un grupo de personajes en un mundo que conozca. Tengo que tener muy claro cómo son y las relaciones que mantienen entre sí. En cuanto eso está perfilado, entonces me lanzo a imaginar qué les podría pasar, y busco las anécdotas adecuadas.
¿Y tu método de trabajo?
Curro mucho. Demasiado. Pero los momentos de inspiración siempre están ahí. Son momentos en los que sientes que, de pronto, vuelas en vez de correr, y que en un día haces el trabajo de una semana. Pero hay que estar al pie del cañón, y con la técnica preparada, para merecerlos. Los esquemas previos también son importantes.
¿Cómo ves a la literatura española actual? Me gustaría saber qué piensas de la novela Cuando la noche obliga de Montero Glez.
Como siempre. Los de siempre, y alguno más. Lo que más me gusta, de entre lo que hacen mis contemporáneos españoles, son los diarios de Trapiello y los aforismos de Roger Wolfe. Cuando la noche obliga es de las novelas españolas que más me han gustado, en lo que a prosa se refiere, de las que he leído en los últimos años. Quizás eche en falta, por mis a prioris estilísticos, algo más de diálogo y de dramatización, pero estilísticamente es muy buena.
Digamos, con los que te sientas más a gusto.
Pero, de sentirme a gusto, tanto en lo humano como en lo técnico, escogería a Aldecoa y a Delibes.
¿Cuán difícil es mantener la honestidad creativa en un mundo editorial que impone ciertos tópicos?
No es cuestión de honestidad; sale lo que sale. Yo he probado técnicas diferentes, pero, en general, a lo largo de mis primeras siete novelas es verdad que me he mantenido bastante coherente en el fondo, y, sobre todo, muy fiel a mi universo realista.
Se dan casos en algunos escritores que deciden explorar temáticas diferentes a las ya recorridas.
Me gustaría dar un salto a un universo paralelo, no sé si de historia o de fantasía. Supongo que tengo necesidad de cambiar, aunque sea una concesión al Zeit-Geist o a la moda. Pero sé que no será más que un paréntesis, una traición momentánea al realismo, para luego volver y continuar con la expansión de mi mundo madrileño-hispánico.