Leo en la sección Luces de El Comercio un artículo que anuncia la publicación de un libro que reseña la historia y el legado del movimiento pUnK en España, recordando la carrera musical de grupos como la Polla Records, Siniestro Total, Skorbuto, Parálisis Permanente, Kaka Deluxe y Aviador Dro,una verdadera joya para los coleccionista de rock. Como se sabe, el movimiento punk representó para la escena rockera una patada en el trasero para los excesos onanistas del rock progresivo, la música disco y la incipiente mísica pop.
Recuerdo haber sentido una sensación de satisfacción y alivio y, sobre todo, de energía vigorizante, cuando escuché por vez primero las canciones de Sex Pistols, Skorbuto y Narcosis, grupos que me hicieron recobrar la fe en la esencia del rock. Tenía 13 años y el cerebro lleno de locuras por hacer y escribir y la música era mi principal refugio, junto con los libros. Treinta años, hace ya, de aquellos tiempos.
MADRID [EFE].
Del rechazo a lo establecido a la moda de pasarela, el punk ha sido reflejo social de las últimas décadas del siglo XX a través de convulsas melodías y el 'hazlo tú mismo' como única ideología, que llegó a España para ocupar el silencio impuesto durante 40 años de dictadura.
Kaka Deluxe, La Polla Record, Aviador Dro o Parálisis Permanente lideraron un movimiento que en España "llegó directamente a El Corte Inglés con los discos de Sex Pistols", explica Julián Hernández, líder del grupo Siniestro Total.
Mientras que el punk fue en el Reino Unido un reflejo cultural de una sociedad sumida en la depresión económica, para una parte de la juventud española supuso la mejor forma de abrazar la muerte de la dictadura en los primeros años de transición democrática.
"Lo mejor del punk fue su actitud, que defendía el 'hazlo tú mismo' ante la insatisfacción de una serie de alternativas que derivó felizmente en una música fresca, viva, enérgica", explica uno de los autores de "Guía esencial del punk y la nueva ola" (Rock Indiana), Pablo Carrero.
El regreso de una libertad ausente durante décadas hizo que "la falta de experiencia y de cultura musical", tanto de los seguidores como de los músicos, provocara --apunta Carrero-- "que todo pareciera nuevo, y diera una sensación de originalidad y frescura en su propuesta que ahora es imposible recuperar".
El habitual, y en este caso inevitable retraso de la llegada de las modas a España hizo que el punk español "se hiciera de una forma muy propia y subjetiva, con mucho más sentido del humor que el británico y la misma rebeldía", apunta Mayte Yerro, que en su día formó parte de la banda femenina Reptilias y ahora miembro del dúo Déjamever.
Un comportamiento que convirtió a otro grupo de punk femenino, Las Vulpess en un ícono aún recordado, tras interpretar en horario infantil una de las dos canciones de su discografía, la versión de Iggy Pop "Me gusta ser una zorra", en el programa "Caja de ritmos" de TVE.
(En la foto: los desadaptados de Sex Pistols, principalinfluencia del punk español)