26 November 2006


"Somos modernos culturalmente hablando, pero no en lo social. Esa constatación nos dice que la modernidad en América Latina es inviable"

En el mismo suplemento, aparece una interesante entrevista al crítico José Castreo Urioste realizada por Alonso Rabí, y en la cual se hace una afirmación que merece nuestra atención y reflexión. A continuación, algunas de las preguntas:

¿Por qué analizar las relaciones entre escritura y modernidad en América Latina?

Porque al revisar parte del corpus literario latinoamericano, este modelo de lectura resulta válido y necesario, aunque la producción literaria última no tenga necesariamente esa preocupación. Esto se debe, en parte, a que diversos proyectos de modernización en nuestra región han fracasado, han dejado más residuos que ganancias. Por eso es fundamental revisar textos tanto canónicos como no canónicos y ver cómo se construye allí la relación entre literatura o escritura y modernidad.

En algún momento tu libro concluye que la modernidad es inviable en América Latina. ¿Por qué?

Y en ese caso, se trata de una idea que sí tiene plena vigencia, no hay que bucear en el canon para darnos cuenta de que retrocedemos cada vez más, no nos nivelamos. La brecha entre los países modernos y nosotros es cada vez mayor, cada día nos subdesarrollamos más. Las élites tratan de modernizarnos, pero esa modernización, lamentablemente, es un proceso que depende mucho de sus intereses.

A eso hay que sumar que no somos productores de conocimientos tecnológicos y científicos.

Claro, y está también lo que plantea García Canclini, ese contraste que nace de no tener una modernización en el terreno socioeconómico, pero sí en el ámbito cultural. Somos muy modernos en la literatura, en las artes plásticas, tenemos vanguardias que no tienen nada que envidiarle al mundo; al mismo tiempo, hay pobreza y unas tremendas brechas sociales.

La dicotomía civilización/barbarie es esencial en tu libro. ¿Hoy sería equivalente hablar de exclusión/inclusión?

De algún modo sí. La dicotomía civilización/barbarie refleja eso, representa a quienes están en el centro y a quienes están fuera de él. Todo termina por construir la imagen de lo que es civilizado y de lo que no lo es. Y los rasgos de ese esquema no han cambiado mucho que digamos, la exclusión sigue rigiéndose, en esencia, por patrones raciales y socioeconómicos. Son características que atraviesan la historia latinoamericana en diversos períodos.