11 November 2006


MARIPOSA TECHNICOLOR

Cuentan los sabios que uno viene al mundo con una venda en los ojos y que, a medida que pasa el tiempo, poco a poco, va cayendo ese velo que nos impide ver la realidad. Y esto sucede en todos los aspectos de la vida: en el amor, en el trabajo, en la amistad, en la profesión, en la familia. A medida que pasan los años, uno va apreciando y valorando lo que tiene a su lado y conociendo lo que verdaderamente vale la pena en la vida. Existe una mujer que me viene acompañando desde hace casi cuatro años y que durante todo ese tiempo me ha amado, querido, apreciado, alegrado, soportado y tolerado hasta extremos que ninguna otra persona lo hubiera hecho. Esa mujer es mi Mariposa, cuyas alas multicoloridas alegran cada día de mi vida. Han pasado casi cuatro años y a lo largo de todo ese tiempo hemos sido enamorados, compañeros, cómplices, amigos, amantes, novios, esposos. Gracias a ella he podido conocer el verdadero rostro del amor y siempre ha estado allí, aceptándo mis locuras, mis sueños, mis fantasías, mis egoísmos, mis torpezas, con una sonrisa en los labios y una palabra de aliento y comprensión. Por eso, despues de tantos años de caminar juntos de la mano, con la esperanza de un fututo prometedor y eterno, no me queda nada mas que decirle desde este modesto espacio: "Gracias, Paolita, por estar en mi vida y por alegrar cada día de mi existencia con tu sonrisa de Mariposa Technicolor".