27 November 2006

ENTREVISTA A GUSTAVO FAVERÓN

Leo en el blog de Gabriel Ruiz-Ortega un enlace a una entrevista que realiza a Gustavo Faverón, con motivo de la publicaci{on de la antología Toda la sangre. Entre las preguntas más resaltantes tenemos:

Gustavo, ¿cómo nació la idea de realizar esta antología?

La idea no fue mía. En mi blog había hecho algunos comentarios sobre las novelas de Alonso Cueto y Santiago Roncagliolo y acerca de cuánto habían escrito los escritores peruanos sobre el tema de la violencia política. Los lectores del blog me hicieron llegar datos de fechas y de otras publicaciones. En esa época me interesó no tanto hacer una antología sino escribir algún ensayo acerca del tema. Entonces Ezio Neyra tuvo la idea de hacer una antología. Él había leído la antología del profesor Mark Cox y tenía la misma impresión que había tenido yo sobre su parcialidad. La idea editorial del proyecto fue de Ezio; me la propuso porque sabía que yo estaba tocando el tema en mi blog.

¿Cuán lejos o cerca estamos de la posibilidad de volver a repetir en el futuro la violencia política que nos tocó vivir como país?

Eso va más allá de la literatura y tiene que ver más con las opciones políticas que los peruanos estamos eligiendo en tiempos recientes. Por ejemplo: regresar al Apra, poner a Alan García como presidente, a Giampietri como vicepresidente, es como decir que no ha ocurrido nada. Si niegas el pasado estás ante un problema, porque lo más probable es que las cosas vuelvan a ocurrir. A nivel de desigualdades sociales estamos exactamente igual que hace veinticinco años, e imagino que si no hay Sendero Luminoso en este momento es únicamente porque lo hubo hace veinticinco años.

En el cuento Cirila, de Carlos Thorne, vemos que la protagonista es obligada a rezarle al presidente Gonzalo. ¿Cuál fue el móvil que llevó a algunos escritores a abrigar una actitud supuestamente reivindicativa, la misma que tenía bases alejadas de asidero intelectual alguno?

Por supuesto, Thorne critica ese fundamentalismo… Cierta gente tenía un compromiso con la idea de la revolución, un compromiso anterior a Sendero Luminoso. Imagino que es una situación difícil para alguien que pregona la idea de revolución durante años encontrarse con que el que asume el proyecto lo hace de una manera tan radical, tan violenta y tan destructiva contra las mayorías campesinas. Yo entiendo que alguien que fuera de izquierda radical pero no violentista, no tenía por qué renunciar a sus ideas sólo porque existían otras personas con quienes podía ser confundido. En términos ideológicos yo entiendo perfectamente que haya gente que siga abrazando una idea de revolución y el hecho de que haya habido un intento tan desgarrado y salvaje no tiene por qué hacer que abandonen sus ideas. Además, acuérdate de que Sendero Luminoso fue un movimiento de intelectuales generado entre profesores universitarios y estudiantes. Y se extendió a través de profesores de colegio y estudiantes de colegio en Ayacucho.