03 November 2006


LA BLOGÓSFERA: ÚLTIMO REGUFIO DE LA LITERATURA

Después de leer las reseñas hechas al último libro de Ampuero y ante las observaciones hechas por los bloggers Iván Thays, Gustavo Faverón y Víctor Coral, me detuve a reflexionar un momento sobre el mal estado en que se encuentra la crítica literaria periodística (o reseñista, para ser sinceros) en nuestro país. Hace unos días, en el blog de Gustavo Faverón colgué el siguiente comentario, del cual me reafirmo en todos sus extremos:

"Alguna vez opine sobre los críticos y los reseñista, y afirme que los primeros (salvo raras excepciones) tienen una base académica para acercarse a un texto literario y poder realizar un análisis e interpretación del mismo; en tanto que los segundos, en casi todos los casos(salvo raras excepciones), carecen de esa preparación, y con respecto a ellos (los reseñistas) mencioné en un medio escrito que escribir para ellos "es como darle de oler flores a un enfermo de gripe". También me referí a los reseñista de los diarios de a medio sol y creo que ahora, apreciando el tipo de reseña que mencionas en el presente post, puedes entender a que tipo de reseñistas me refería. Creo, como muchos lo desearían, que la crítica literaria no puede estar en manos de personas que ni siquiera tengan los medios necesarios para acceder a un texto, dado que ello se prestaria a suspicacias. Pongamos un ejemplo: Si partimos de la lógica de que las editoriales no tienen porque ser mezquinas al momento de entregar los libros que publican, entonces ¿tendrían que ser más desprendidas para tener contentos a los críticos y reseñistas y de esta manera poder obtener un favor de ellos?No podemos caer en ese tipo de situaciones, por el bien de la literatura y, sobre todo, por el bien de los lectores".

Por otro lado, después de leer la reseña que hace Maribel de Paz en la revista Caretas a la mencionado novela de Ampuero, me asalta la pregunta ¿puede una persona que confunde las categorías narratológicas de autor, narrador y enunciador, realizar una crítica literaria seria, objetiva y alturada, ya ni siquiera académica?

La respuesta es evidente, sin embargo esta clase de reseñas abundan en la capital, y lo peor de todo es que el lector común creo que a eso se le puede llamar crítica literaria. En ese estado de cosas no me queda nada más que afirmar que LA BLOGÓSFERA LITERARIA se convierte en la única opción seria, académica y objetiva ante tanto desvarío e ignorancia.