OTRO LIBRO PARA RECOMENDAR
Uno de los autores que no me canso de recomendar a los lectores jóvenes es Sandro Bossio (Huancayo, 1970) y su novela El llanto en las tinieblas, ganadora del Premio de Novela BCR 2001, novela histórica ambientada en el Perú colonial y narrada con una prosa cuidada y fluida. Bossio es un autor poco conocido (salvo por cierta crítica especializada) y que, a diferencia de otros escritores de su generación, no goza de la difusión y promoción que se merece. Un olvido injusto como muchas cosas que ocurren en nuestro país. Además, no hay ninguna edición que le haya hecho mérito a la mencionada novela. Es por ello que los conmino a que corran a conseguir la novela antes del fin de semana largo porque es un libro que no tiene pierde (A los que no les guste, me entregan el libro y les devuelvo su dinero, porque el ejemplar que lo tenía me lo extrajeron de la biblioteca algun amigo avisado).
El día de hoy, Javier Ágreda escribe una reseña en la sección cultural de La República sobre su último libro de cuentos, Crónica de amores furtivos (Editorial San Marcos, 2008):
Hay en este libro cuentos muy diversos: policiales, históricos, fantásticos, realistas. Incluso combinaciones de estos tipos, como ocurre en "Concilio mayor", el más extenso (casi una novela corta), un relato policial que nos remite a Huancayo en el siglo XVI y a un convento dominico en el que se produce una serie de misteriosos crímenes. Como en su novela, la principal virtud literaria de Bossio en este cuento es el lenguaje artísticamente trabajado, con "un vocabulario hábilmente manejado, que nos confirma en el mundo literario en que el autor busca situar al lector" (Luis Jaime Cisneros, sobre El llanto en las tinieblas).
Al lenguaje hay que sumar un destacable manejo de las técnicas narrativas y el acertado desarrollo de algunas tramas. Varios relatos tienen incluso un final sorpresivo que parece dar vuelta a lo narrado hasta entonces. "Retornos", "El juego de las equivalencias" y "En busca del Paititi" están entre los más logrados cuentos del libro y combinan atmósferas realistas con finales fantásticos, o al menos "extraordinarios", a la manera de Poe. Abiertamente fantásticos son "El hombre que habló con la muerte" y "El fin del infinito", ambos con personajes sobrenaturales que, a su paso por este mundo, establecen vínculos afectivos demasiado humanos.
Hay también cuentos de atmósfera –como "Réquiem para una pianista polaca" y el que da título al libro–, de realismo extremo (Kassandra", "Insalvables diferencias de una pareja dispar") y una serie de relatos sobre la violencia política de los años 90 ("Daños colaterales", "El valle de los mutilados", "El largo tren del olvido"). Sin embargo, en estos registros Bossio muestra todavía ciertas deficiencias, y los relatos resultan inferiores a los mencionados previamente. No obstante estos altibajos, Crónicas de amores furtivos es un buen libro de cuentos, uno de los mejores publicados en nuestro medio en el año que está por terminar.