UNA REVELACIÓN DE CHARLES DICKENS
¿Se imaginan invitar a casa a un colega escritor a casa a pasar unos días y que la estadía del invitado se transforme en una pesadilla? Yo creo que no es difícil de imaginar, conociendo a toda la fauna de escritores que han poblado y pueblan la literatura. Esta noticia curiosa la recogen en la sección cultural de La República:
Londres. EFE. Nada hay más desagradable que un huésped que se presenta en casa con el compromiso de quedarse solo unos días y a quien no hay manera de echar luego. Dickens recibió, en el verano de 1857, la visita del danés Hans Christian Andersen, que se había proclamado admirador del novelista victoriano. Antes del viaje, Andersen escribió a Dickens una carta en la que le aseguraba que no le molestaría demasiado, pero Dickens iba a lamentar el haber invitado a su colega, según recordó ayer el diario británico The Times.
Andersen se quedó cinco semanas en casa de los Dickens. La hija de Dickens, harta de la presencia del danés, le puso como apodo el de "huesudo aburrido". A propósito, un anticuario venderá en la feria Libros Antiguos de Olympia, en Londres, un libro de Andersen dedicado Dickens, fechado en 1847.