03 September 2007

REYNOSO EN "EL NUEVO HERALD" DE MIAMI


ENTREVISTA DE PAUL ALONSO

En la versión on-line del diario Nuevo Herald de Miami, encuentro una interesante y reveladora entrevista que el escritor peruano Paul Alonso le hace a Oswaldo Reynoso, con motivo de la inminente publicación de su novela Huamanga, Huamanga. Los dejo con algunas preguntas:

Los reconocimientos de los últimos tiempos y la publicación de su obra reunida finalizan la época de una crítica que fue mezquina con usted.

Sí, y me agrada. Me gustaría que quede como ejemplo. En el Perú, no se hace una auténtica crítica. Las reseñas que salen en los periódicos suelen ser muy recortadas o hay cierto amiguismo, argollas. Me he dado cuenta de que algunos escritores jóvenes publican literatura y están muy interesados en lo que va a decir esta crítica. Si se dejan llevar por eso y creen que es lo fundamental, algunos van a dejar de escribir o van a torcer su verdadera vocación. En mi caso no me interesó lo que dijeron, lo que me insultaron. Yo seguí escribiendo porque consideraba que era mi vocación y lo que tenía que hacer.

Escritores jóvenes tocan a su puerta y usted suele leer con detenimiento sus textos y comentarlos. ¿Por qué esta apuesta generosa por los noveles?

Porque es lo que falta en el Perú. Yo tuve la suerte de tener buenos guías, como Arguedas y otro gran poeta vanguardista, Manuel Moreno Jimeno, quienes guiaron mis lecturas y leyeron mis trabajos. Pero también descubrí que había alejamiento y petulancia por parte de algunos escritores. Creo que un escritor no debe aislarse, debe estar dentro de la realidad. Además, el Perú es un país con tantos analfabetos funcionales, los muchachos que terminan secundaria no comprenden lo que leen, ya no hay libros en los hogares, la gente no sabe expresar con claridad su pensamiento. Yo creo que la labor de un escritor además de escribir es hacer docencia, pero no una escolarizada, sino una social. Después, debe haber harta libertad en las cosas que se publican. De ahí, si la obra está bien o mal, ya es algo que el tiempo decide.

En su departamento en el barrio de Jesús María, en Lima, Oswaldo Reynoso escribe una novela ambientada en Huamanga en los años sesenta y que se proyecta en tres tiempos. Es allí donde para Reynoso se prepara un ''cóctel molotov'' que luego tendrá que ver con la violencia política. Un tema espinoso sobre el que se han publicado recientes novelas premiadas internacionalmente e incluso una antología de textos. Reynoso, cuyas posturas políticas suelen ser polémicas, es un autor que ha sabido combinar y enfrentar su ideología particular con la creación literaria. Una dualidad que suele ser confundida. Esto quedó claro en una intensa polémica entre escritores, periodistas e intelectuales peruanos en el 2005 en la que se denunciaba una supuesta ''mafia cultural'' y se enfrentaban dos grupos imposibles: andinos versus criollos.

¿Cree que dejó algo aquella polémica?

El problema no era de criollos ni de andinos. El problema en el Perú es que a lo largo de su historia cultural se forman grupos cerrados que manejan el poder de la opinión y de la crítica. Y se refiere no sólo a la literatura y al arte, sino también a la política y a todos los sectores de la vida social. En el caso de la cultura, el espacio en los medios de comunicación es muy pequeño. Eso crea poder. Y decir a los que tienen ese poder criollos y a los que no andinos, me parece una tontería. Por otro lado, en una verdadera polémica literaria deben ventilarse posiciones frente al arte y la novela. En este caso no hubo un verdadero intercambio. Estuvo mal dirigido.