21 September 2007

UN MOTIVO DE CELEBRACIÓN


Aunque sé que la extradición de Fujimori no va a cambiar en nada el panorama político del Perú -en lo que se refiere a la colución apro-fujimorista y el silencio cómplice del gobierno de turno-, también es lícito pensar que la llegada del extraditado es una buena señal para la ciudadanía peruana, en cuanto permite tener esperanzas en que la justicia, finalmente, puede llegar hasta el más escurridizo de los delincuentes. Lo único que nos queda decir es que las instituciones democráticas de nuestro país deben estar atentas y vigilantes durante todo el proceso judicial que se le debe seguir a un sujeto que ha atentado contra los más importantes derechos humanos y el sistema jurídico peruano. Un motivo para celebrar y para recobrar la confianza en la justicia.