ALONSO CUETO ESCRIBE SOBRE LAS ESPECULACIONES EN TORNO AL GALARDÓN
Ante la inminente entrega del próximo Premio Nobel de Literatura, a realizarse en las primeras semanas de octubre, Alonso Cueto, en su columna de Perú 21, escribe un divertido artículo sobre las anecdotas y los entretelones de la entrega del mencionado galardón. Los dejo con las anécdotas más interesantes:
En torno al Premio se han tejido diversas historias, quién sabe si verdaderas o no. Según una de ellas, un enemigo de Alberto Moravia lo hizo llamar por teléfono fingiendo ser de la Academia Sueca. Cuando Moravia contestó el teléfono escuchó decir una voz muy seria en inglés: "Lo llamo de la Academia Sueca para informarle que ha sido galardonado con el Premio Nobel. La noticia se hará pública mañana. Le rogamos que no la comente con nadie hasta entonces". Moravia colgó el teléfono, llamó a sus amigos e hizo una gran fiesta en su casa. Al día siguiente llegó la noticia: el Premio había sido concedido a otro escritor.
Años después, una mañana de octubre, según me contaron empleados suyos en la Biblioteca Nacional, Borges fue a trabajar seguro de que iba a anunciarse su designación. Alguien se lo había informado. Esa mañana Borges llegó con un terno impecable, adecuado a la ocasión. Al mediodía llegó la noticia. Le habían dado el premio a Neruda. Borges, que lo merecía largamente, se retiró por una puerta lateral del edificio.
Uno de los designados que hoy nadie lee es José Echegaray, un escritor español mediocre que era odiado por otro, de gran talento: Ramón del Valle Inclán. Para espanto de Valle Inclán, cuando Echegaray recibió el premio, le pusieron su nombre a una calle madrileña, donde justamente vivía un amigo de Valle Inclán. Cuando este le enviaba una carta a su amigo, no escribía en el sobre "calle José Echegaray" sino "calle del viejo imbécil". Lo curioso es que los carteros entendían la broma y le llevaban la carta a su amigo, puntualmente. Los premios despiertan todas las pasiones. Este año lo volveremos a ver.