ALGUNAS PREGUNTAS CONTROVERSIALES SOBRE MVLL
En la sección cultural del diario Perú 21 aparece una entrevista bastante controversial realizada a José Miguel Oviedo sobre algunos aspectos de la obra de Mario Vargas Llosa. En algún momento de la entrevista Oviedo tiene que explicar que dentro de la novelística de Vargas Llosa no existen obras mayores o menores, sino que se debe entender la obra del escritor arequipeño como una exploración de los diferentes registros que puede transitar un narrador de su categoría. Los dejo con algunas preguntas picantes:
¿No cree que sus últimas novelas, con la excepción de La fiesta del Chivo, son menores?
A escritores como Mario siempre se les exige la excelencia. Lo que para otros sería una buena novela, en su caso no lo parece tanto. Sucede que ha ido evolucionando y pasando por diferentes etapas, y tratando de reflejar distintas experiencias del mundo tal y como las ha vivido. Lo que parece defecto puede ser visto como una virtud. ¿Sabe por qué? Vargas Llosa ha tratado de cambiar, de explorar, de experimentar, de no quedarse en un molde fijo. Claro, no siempre estos experimentos han funcionado. ¿Qué es mejor? ¿Un escritor de éxito que se repite o uno que explora?
¿No será que canibalizó tanto su vida que se quedó sin esas historias 'totales' que tanto lo obsesionaban?
La canibalización a la que usted se refiere es ahora mayor. Mario ha enriquecido sus novelas con su experiencia humana, de cronista de la actualidad mundial. Hoy, su visión de la novela total resulta menos decisiva. Por eso, ha producido historias que implican una regresión a formatos que había abandonado. Desde La ciudad y los perros hasta Conversación en La Catedral, sus novelas muestran un crecimiento material, estructural y estilístico. Su ambición aumentó en orden geométrico, descomunal, excepcional. Luego, vino un momento de repliegue, donde experimenta con el lenguaje ensayístico.
¿No cree que Vargas Llosa hace mejores novelas de las historias que tocan sus fibras íntimas, sus demonios?
Mario escribe siempre a partir de la conmoción, sea esta privada o pública. Por ejemplo, La fiesta del Chivo o La guerra del fin del mundo no tienen que ver con la realidad peruana. Al escribirlas, rompió una de sus primeras convicciones: solo escribir de aquello que correspondiese a su existencia personal.