04 October 2007

LOS COLORES EN "SIMBÓLICAS" DE JOSÉ MARÍA EGUREN


UN BREVE ENSAYO SOBRE EL AUTOR DE SIMBÓLICAS

Con este ensayo pretendo inaugurar una nueva etapa en este blog, destinada a colgar ensayos literarios de mi autoría y de colaboradores que quieran mostrar sus trabajos a los lectores de este espacio virtual. De esta manera, invitamos a aquellas personas interesadas (críticos, estudiosos, estudiantes de literatura, periodistas) a que envíen sus trabajos a nuestro correo personal (maxpalacios@terra.com) y después de una evaluación serán publicados.


Por: Max Palacios.


I.- Introducción:

Dentro de la literatura peruana la obra de José María Eguren ocupa un lugar importante dentro del desarrollo de la tradición poética contemporánea. La obra del poeta barranquito constituye un verdadero avance con respecto de la poesía modernista imperante en su tiempo y prepara el camino hacia la poética vanguardista de las primeras décadas del siglo XX no es casualidad que autores como César Vallejo y José Carlos Mariátegui hayan podido vislumbrar el carácter renovador de su poesía y el universo singular y misterioso que encierra su obra. En las siguientes líneas vamos a examinar una de las características más resaltantes en la poesía de Eguren, la cromaticidad, el uso de los colores, y nos vamos a limitar al análisis de Simbólicas.

II. El color en la poética de José María Eguren:

En la poesía de Eguren se pueden señalar características como la musicalidad, el misterio, la recreación de un mundo de fantasía y ensueño, la presencia de personajes medievales, la evocación de un mundo infantil y la cromaticidad. Esta última característica no es gratuita en la obra del autor de Simbólicas sino más bien parte constitutiva de su poética. El color en Eguren no es un adorno estilístico como en la poesía modernista, sino un elemento fundamental de su arte poética. El mismo autor lo afirma en uno de sus artículos: “La poesía es música, colorido e imagen; arte inmediato cuanto funde estos valores en un solo movimiento…” (Eguren 1959: 62).

Esta preferencia por el color en su poética le viene dada por su fascinación por la pintura, recordemos que el propio Eguren tiene trabajos pictóricos en acuarela que evocan paisajes de ensueño. La pintura para Eguren es un arte que permite plasmar la belleza absoluta de la naturaleza. En Motivos estéticos, el poeta fue uno de los primeros en reconocer la calidad de pintores como Picasso, Chirico, Ernst, Dalí y Chagall, cuando en el Perú todavía se manifestaba un apego por el arte figurativo decimonónico. Sin embargo, sus pintores favoritos no fueron los modernos sino los renacentistas como Fra Angélico y Sandro Boticelli, los prerrafaelistas como Rossetti y John Ruskin –de quien leyó Modern painters y The seven lamps of architecture- y el pintor francés Pierre Puvis de Chavannes; artistas que trabajaron colores primarios y cálidos, que remiten a la naturaleza, logrando plasmar en sus lienzos un estado de frescura, serenidad, alegoría, espontaneidad e inocencia, poco frecuente en la pintura moderna; características que también podríamos apreciar en los poemas de Eguren. Si realizáramos un estudio paralelo de la obra pictórica de estos artistas y la poesía de Eguren podríamos entender mejor el mundo de misterio, alegoría y ensueño que predomina en su obra.

El color para Eguren no debe utilizarse para representar la naturaleza sino para que el artista exprese su propio mundo interior, como bien lo afirma: “El artista se vale de los colores no para la expresión de la primera (la naturaleza), sino para su expresión” (Eguren 1959: 63). Sólo de esta manera podemos entender la cromaticidad en la poesía de Eguren. A diferencia de la poesía colorista de Chocano en la que el color es primitivo, chillón, abrillantado; el color en Eguren, siendo puro, es medido, dosificado, selecto, técnico, culto (Núñez 1932: 39). Eguren utiliza el color para sugerir, alegorizar y evocar estados del alma; en su poesía el color contribuye a lograr una mejor expresión poética.


II. Los colores en Los reyes rojos y Las torres:


Al realizar una lectura de los principales poemas de Simbólicas podemos observar que los colores utilizados en el texto son: el rojo, el dorado, el verde, el azul y el negro. Observemos los dos poemas y pongamos énfasis en los colores o en las palabras que remitan a colores:

Los reyes rojos

Desde la aurora
combaten dos reyes rojos,
con lanza de oro.

Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.

Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio,
airadas se ven pequeñas
sus formas negras.

Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.


Las torres

Brunas lejanías…;
batallan las torres
presentando
siluetas enormes.

Áureas lejanías…;
las torres monarcas
se confunden
en sus iras llamas.

Rojas lejanías…;
se hieren las torres;
purpurados
Se oyen sus clamores.

Negras lejanías…
Hora cenicientas
se obscurecen
¡ay, las torres muertas!



Como se puede apreciar en las palabras resaltadas, los colores frecuentes utilizados por el poeta son el rojo, el dorado y el negro, y en menor medida, el verde y el azul. El color rojo, que es un color primario que nos remite a la vida, es el color de la sangre, pero también de la violencia, la amenaza, el combate; de la vida inquieta, agitada y turbulenta (Núñez 1932: 42); y en los poemas analizados, Eguren asocia estas dos ideas: rojo/violencia o rojo/combate. Así, por ejemplo, tenemos en el poema Los reyes rojos : “Desde la aurora/combaten dos reyes rojos/con lanza de oro” o en: “Viene la noche/y firmes combaten foscos/los reyes rojos”. Esta idea también se reproduce en el poema Las torres, en la tercera estrofa: “Rojas lejanías…;/se hieren las torres;/ purpurados/se oyen sus clamores. En ambos poemas el color rojo remite al combate y a la violencia y nos transmite la sensación de amenaza y de miedo.

El color amarillo, dorado u oro es utilizado por Eguren para personificar a la naturaleza, la materia y la energía, es decir, la aurora, el oro, la luz y las llamas. En el poema Los reyes rojos, leemos en la primera estrofa: “Desde la aurora/combaten dos reyes rojos/con lanza de oro”; o en la segunda estrofa del poema Las torres leemos: “Áureas lejanías…;/las torres monarcas/se confunden/en sus iras llamas”. Nótese que en ambas estrofas las palabras resaltadas nos remiten a la naturaleza, al amanecer, al alba, pero también a la luz, la energía, la materia. Por otro lado, en los primeros versos de las estrofas mencionadas se utilizan las palabras “aurora” y “áureas”; y en los últimos versos las palabras “oro” y “llamas”, estableciendo una relación naturaleza/materia o naturaleza/energía.

El color negro representa para Eguren no solamente la obscuridad, sino también la muerte, la lejanía y la soledad. En el poema Los reyes rojos hallamos en la última estrofa: “Viene la noche/y firmes combaten foscos/los reyes rojos”, o en Las torres leemos, también en la última estrofa: “Negras lejanías…/Hora cenicientas se obscurecen/¡ay, las torres muertas!”. En ambas estrofas podemos apreciar la idea de la muerte relacionada con la noche: el reino de las sombras simboliza para Eguren la llegada de la muerte. Los reyes rojos combaten hasta la noche foscos, agresivos, violentos, para alcanzar una muerte segura; las torres, en la hora cenicienta, a la medianoche, se obscurecen, llegan muertas. Por otro lado, en ambos poemas podemos apreciar el color negro ligado a la lejanía y a la soledad. En el poema Los reyes rojos leemos: “Falcones reyes/batallan en lejanías/de oro azulinas”. Aquí el color final utilizado es el color azulino, un color próximo al negro, un color que anuncia la noche, la oscuridad. En el poema Las torres, hallamos los versos: “Brunas lejanías…;”, “Negras lejanías…”, en los cuales el sustantivo lejanías va acompañado de los epítetos “negras” y “brunas”; este último adjetivo que quiere decir oscuro, negro moreno, prieto.

De esta manera, podemos concluir que José María Eguren no utiliza el color para adjetivar ni para adornar, como fue el caso de la poesía modernista, sino que es un elemento fundamental de su arte poética que configura su expresión verbal y le otorga un valor estético superior a la poesía modernista de la época. En este sentido, Eguren representa un avance en la poesía contemporánea, en comparación con la obra poética de Darío y Chocano, y prepara el camino para las propuestas de los poetas vanguardistas, que vieron en el autor de La canción de las figuras a un maestro y poeta incomprendido, debido a la temprana irrupción de su genio creativo.


BIBLIOGRAFÍA


EGUREN, José María.
1959 Motivos estéticos. Lima: Fondo de Publicaciones de la UNMSM.
1974 Obra poética completa. Lima: Editorial Milla Batres.

NUÑEZ, Estuardo.
1932 La poesía de José María Eguren. Lima: Compañía de Impresiones y Publicidad Editores.