EN REVISTA DEDOMEDIO
En la revista peruana DedoMedio, el narrador peruano radicado en Madrid, Carlos Dávalos, entrevista al otrora máximo representante del malditismo español noventero: Ray Loriga. Aunque muchos los recuerdan –y envidiaban- como el esposo de la sexy vocalista del grupo Christina y los subterráneos, Ray Loriga, a punto de pulso y talento, se supo ganar un espacio en la movida literaria madrileña, que reunió a escritores como José Ángel Mañas, David Trueba y Juan Manuel de Prada. El motivo de la entrevista es la reciente aparición de su último libro, libro Días aún más extraños, y el estreno de su película Teresa, el cuerpo de Jesús, interpretada por Paz Vega.
Los dejo con las preguntas más interesantes:
¿Escribes desde la estabilidad emocional o la inestabilidad es a veces más creativa?
-Yo tengo la teoría –que es contraria a la del escritor maldito y perturbado- que se escribe mejor desde la felicidad, incluso cuando se escribe sobre la infelicidad. Creo que la inestabilidad es algo de lo que se saca mucho material. El dolor, el desengaño y los momentos más bajos producen un material, pero yo no puedo utilizarlos hasta que estoy mejor. Lo primero que escribí sobre el 11 de setiembre fue mucho después. En aquel momento no era capaz de reaccionar ante eso. Igual, sea lo que sea, un desengaño amoroso, una situación difícil, cualquier bajada a esas simas te produce un efecto que es utilizable luego de una situación mejor. Desde la locura, el dolor, me cuesta mucho tener ánimo, simplemente el ánimo de escribir. Ahora, también es cierto que sin pasar por esas situaciones es difícil escribir algo.
¿Kerouac y Bukowsky siguen siendo tus escritores predilectos?
-Siempre hay un cariño para los escritores que te forman inmediatamente. Pero muchoa antes de Bukowsky y de Kerouac estaba Bajora y Unamuno, Teresa de Jesús y el Lazarillo de Tormes o el Quijote. En realidad mi formación real ha estado dada por literatura española. Curiosamente luego se me ha acusado de escritor extranjerista, pero mi ADN literario, que me cogió desprovisto cuando empecé a leer, fue la literatura española, desde el Siglo de Oro hasta la Generación del 98.
…
En el prólogo de McOndo, la antología de nuevos escritores en la que también incluyeron parte de tu trabajo, escribieron lo siguiente: “Bueno, sí, somos burgueses y tocamos temas personales que nos afectan directamente, antes que grandes temas sociales…”
-Todas las revoluciones o intentos de revoluciones han sido lideradas por burgueses porque hay que tener tiempo fuera de la zanja para pensar en algo. El marxismo, que es la revolución obrera por excelencia, es una revolución burguesa. Su formación ideológica es burguesa. Marx y Engels son personas pensantes con la capacidad de meterse en una habitación y soñar con una idea. Evidentemente hay muy pocas revoluciones verdaderamente obreras. Se utiliza al pueblo luego como misión para la revolución, pero muy pocas nacen de esa extracción. Primero por una cuestión de capacidades. es decir que a una persona que se ha pasado la vida con una palaen la mano difícilmente le va a quedar tiempo para pensar en nada. Desgraciadamente todas las revoluciones son burguesas y las pequeñas revoluciones como ésta literaria, también.
Los dejo con las preguntas más interesantes:
¿Escribes desde la estabilidad emocional o la inestabilidad es a veces más creativa?
-Yo tengo la teoría –que es contraria a la del escritor maldito y perturbado- que se escribe mejor desde la felicidad, incluso cuando se escribe sobre la infelicidad. Creo que la inestabilidad es algo de lo que se saca mucho material. El dolor, el desengaño y los momentos más bajos producen un material, pero yo no puedo utilizarlos hasta que estoy mejor. Lo primero que escribí sobre el 11 de setiembre fue mucho después. En aquel momento no era capaz de reaccionar ante eso. Igual, sea lo que sea, un desengaño amoroso, una situación difícil, cualquier bajada a esas simas te produce un efecto que es utilizable luego de una situación mejor. Desde la locura, el dolor, me cuesta mucho tener ánimo, simplemente el ánimo de escribir. Ahora, también es cierto que sin pasar por esas situaciones es difícil escribir algo.
¿Kerouac y Bukowsky siguen siendo tus escritores predilectos?
-Siempre hay un cariño para los escritores que te forman inmediatamente. Pero muchoa antes de Bukowsky y de Kerouac estaba Bajora y Unamuno, Teresa de Jesús y el Lazarillo de Tormes o el Quijote. En realidad mi formación real ha estado dada por literatura española. Curiosamente luego se me ha acusado de escritor extranjerista, pero mi ADN literario, que me cogió desprovisto cuando empecé a leer, fue la literatura española, desde el Siglo de Oro hasta la Generación del 98.
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En el prólogo de McOndo, la antología de nuevos escritores en la que también incluyeron parte de tu trabajo, escribieron lo siguiente: “Bueno, sí, somos burgueses y tocamos temas personales que nos afectan directamente, antes que grandes temas sociales…”
-Todas las revoluciones o intentos de revoluciones han sido lideradas por burgueses porque hay que tener tiempo fuera de la zanja para pensar en algo. El marxismo, que es la revolución obrera por excelencia, es una revolución burguesa. Su formación ideológica es burguesa. Marx y Engels son personas pensantes con la capacidad de meterse en una habitación y soñar con una idea. Evidentemente hay muy pocas revoluciones verdaderamente obreras. Se utiliza al pueblo luego como misión para la revolución, pero muy pocas nacen de esa extracción. Primero por una cuestión de capacidades. es decir que a una persona que se ha pasado la vida con una palaen la mano difícilmente le va a quedar tiempo para pensar en nada. Desgraciadamente todas las revoluciones son burguesas y las pequeñas revoluciones como ésta literaria, también.