30 July 2007

ALONSO CUETO Y LOS ESCRITORES Y EDITORIALES JÓVENES


UNA NUEVA GENEREACIÓN DE NARRADORES Y EDITORES

El día de hoy lunes, en su habitual columna de Perú 21, Alonso Cueto destaca la presencia de una nueva generación de escritores, después de la lectura de Disidentes, antología de narrativa peruana última. En dicha columna, Cueto nombra a autores como Alexis Iparraguirre, Edwin Chávez, Juan Manuel Chávez, Ezio Neyra, Johan Page, Luis Hernán Castañeda, Pedro José Llosa, Santiago Roncagliolo, Daniel Alarcón y Sussane Noltenius.

Por otro lado, Alonso subraya la labor de las editoriales jóvenes, entre ellas ESTRUENDO MUDO, EDITORIAL SAN MARCOS y nuestro flamante sello BIZARRO EDICIONES.

Todo esto, sumado a la publicación de una nueva antología de narrativa peruana última, NACIMOS PARA PERDER, de Gabriel Rimachi, nos confirma que nuestra narrativa peruana goza de un buen momento

La nota dice lo siguiente:

Todo esto viene a colación de la lectura de los relatos de Disidentes, el libro de relatos que recoge Gabriel Ruiz Ortega (Revuelta Editores). En su interesante prólogo, Ruiz Ortega destaca el influjo que tuvieron dos escritores de los noventa en esta generación del nuevo siglo: Óscar Malca e Iván Thays. Los relatos ambientados en la calle, que recogen el lenguaje y el ambiente urbano, de un libro tan bueno como Al final de la calle informan a parte de estos narradores. El cuidado formal, en base a una estética privada, con una visión potente y extraña de sus personajes, que es la fuente de libros tan admirables como La disciplina de la vanidad y Las fotografías de Frances Farmer, constituye el modelo de otro buen grupo. No hay en ninguno de ellos la intención de moralizar, instruir, o profetizar. Los textos de Alexis Iparraguirre, Edwin Chávez, Juan Manuel Chávez, Ezio Neyra, Johan Page, Luis Hernán Castañeda, Pedro José Llosa, Santiago Roncagliolo, Daniel Alarcón y el magnífico Tsunami de Susanne Noltenius, entre otros autores de esta antología, demuestran asimilar estas lecciones y buscar en ellas sus propios caminos.

Esto ocurre en un medio en el cual hay un desarrollo editorial. Casas editoras tan importantes como Peisa, Planeta, Alfaguara y Norma están en plena actividad junto a Estruendomudo, San Marcos y editoriales nuevas como Bizarro, de Max Palacios, entre otras. La librería Crisol continúa con su proyecto de inaugurar seis locales nuevos este año en todo el Perú, y hay algunas otras librerías que han aparecido por su cuenta. El único lunar en este auge es que la piratería ha aumentado. ¿Por qué el Gobierno sigue siendo tan permisivo en este tema? Preferimos no contestar. Mejor leer Disidencias, gracias a Gabriel Ruiz Ortega.