21 January 2007

REDESCUBRIENDO A PUIG

Así titula El Dominical la entrevista que Ezio Neyra realiza a Graciela Goldchluk sobre la obra de Manuel Puig. A continuación, algunas preguntas de la entrevista:


En una obra tan prolífica y diversa como la de Puig, ¿pueden encontrarse algunas constantes? ¿Hay algún tópico recurrente en su obra?

Creo que un tópico que atraviesa toda la obra de Puig, en sus diversos géneros, es el de la aventura de conocer al otro en tanto otro. En ese camino se tiene desde los fracasos más rotundos, como en The Buenos Aires Affair, hasta encuentros conmovedores como los de El beso de la mujer araña o la obra de teatro Misterio del ramo de rosas. Pensemos que Misterio... es la historia de una curación a través del entendimiento entre dos mujeres opuestas, una enferma y una enfermera, pero esa misma historia, protagonizada por hombres en Maldición eterna a quien lea estas páginas, tiene un final completamente opuesto. Pero no es el resultado lo que interesa, sino esa búsqueda del otro, entender al que es diferente; no intentar hacerlo un igual. Y la literatura un poco es eso, llevarnos al encuentro de lo que no es como uno.

Hay quienes sostienen que la literatura de Puig es gay. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

Es curioso, porque cuando descubrí la importancia estructural que tienen los boleros en El beso de la mujer araña, donde se vuelven, más que tema, dispositivo narrativo, incursioné en el mundo del bolero, que en Argentina es un poco ajeno. Entré con el prejuicio de que iba a encontrar un código gay, que el bolero era la canción por excelencia del amor homosexual, y descubro que la retórica del bolero sobrepasa las diferencias homo-hétero con un recurso gramatical. El bolero, a diferencia del tango, que siempre cuenta una historia pasada, es una historia que se canta de tú. Y la diferencia es entre amores grandiosos y amores mezquinos, no hay otra línea divisoria. Del lado de las grandes pasiones, de los grandes amores, el tú lo es todo, y el todo no es varón o mujer, esa diferencia es mezquina.

Usted ha dicho que el mejor lector de Manuel Puig es Charly García, ¿cómo se explica esto?

En la cultura argentina de los años 70 y 80, que es la época en que Puig está exiliado, hay un fenómeno de resistencia que pasa por lo que llamamos erróneamente "rock nacional". Mientras la literatura se debatía entre la filosofía y el compromiso social (Borges saca la primera edición de su Obra completa en 1974, ese año Cortázar publica El libro de Manuel y David Viñas publica Literatura argentina y realidad política), el rock venía pensando en nuevas formas de constituir identidades. Dentro de ese movimiento, Charly García ya era un clásico, y en 1982 le pone música a Pubis angelical, la película de Raúl de la Torre. Leer la novela de Puig escuchando la música de Charly es una experiencia recomendable. En la novela de Puig, una mujer que agoniza en México en 1977 se salva después de haber hecho una incursión extraña en el futuro, donde se encuentra con una Madre de la Plaza de Mayo. Pocos han leído la novela de este modo, pero si vas a las páginas finales, uno puede encontrarse con que la mujer del futuro con el pubis de ángel es claramente una Madre de la Plaza de Mayo. En 1983, Charly saca Clics modernos, donde está la famosa canción "Los dinosaurios", donde dice "los amigos del barrio pueden desaparecer/ pero los dinosaurios van a desaparecer", y más adelante "cuando el mundo tira para abajo/ es mejor no estar atado a nada/ imaginen a los dinosaurios en la cama". Volviendo a tu pregunta acerca de si hay un tópico en la literatura de Puig, creo que es este: toda su literatura busca imaginar a los dinosaurios en la cama. Esto me lo hizo ver una chica de 17 años, mientras que la mayoría leíamos las desapariciones; ella se fijó en los dinosaurios en la cama, y ahí estaba la clave.