Después de seis años de ausencia, el escritor Fernando Vallejo retornó a su Colombia natal y llegó con la pierna en alto. Mencionó que está escribiendo una obra en contra de la Iglesia Católica y del Islam. Por otro lado tuvo declaraciones contra el presidente Álvaro Uribe, a quien calificó de granuja y señalo que su gestión es "desastrosa, miserable e inmoral". Agregó además: "Es el presidente más indigno que ha tenido el país, incluso más que Andrés Pastrana y César Gaviria. Nunca pensé que pudieran superar a estos dos granujas".
Siempre he admirado el desparpajo con que Vallejo hace sus declaraciones, sin importale las consecuencias que puedan derivarse de las mismas, y he podido constatar que detrás de ese despreocupación y desparpajao existe una "honestidad brutal" -como dirá Calamaro- que revela una agudez y una lucidez que ya quisieran tener muchos intelectuales y científicos sociales.