26 October 2006


¿CRONISTA DE ESPECTACULOS LITERARIOS?

Mucha gente me ha escrito, a raiz de mi post sobre la presentación de Toda la sangre, para preguntarme si a partir de este momento me voy a dedicar a cubrir actividades literarias y ser cronista de las mismas. Es más, mucho aspirantes a la creación literaria me han hecho llegar algunas invitaciones para sus presentaciones de libros durante estos dias que quedan de la semana y los de la próxima.

La verdad, lamento decirles a mis colegas de oficio que no me dedicaré a ello. Solo posteé la intervención de Reynoso en la presentación de Toda la sangre porque me pareció controversial y porque plantea una discusión que muchas veces se ha evitado en el plano intelectual: que es el debate académico sobre el proceso de violencia terrorista que se desató en el Perú durante la década del ochenta. Pero que sea un debate alturado que incluya todas las posturas ideológicas sin dogmatismos ni sectarismos.

Por otro lado, el correcto e impecable poeta, Víctor Coral, pone el tela de juicio mi testimonio sobre lo sucedido en la mencionada actividad literaria; sin embargo, Víctor sabe que tengo una capacidad de memoria sorprendente. Sin animo de tirarme flores o reventarme cohetes, puedo memorizarme -como decía Truman Capote- conversaciones enteras, ya sea en forma directa o por el mesenger. Fue algo que aprendí desde muy pequeño y es un defecto que me ha acompañado toda la vida. Para algunas cosas cotidianas mi memoria suele fallar, pero mi memoria literaria es infalible. En todo caso, ¿como podríamos confiar en los testimonios, autobiografías, memorias, diarios o crónicas, si no es por un pacto de fe entre el escritor y el lector?