"La libertad es una olla que no sale nunca del fuego"
El día de hoy, en el diario Perú 21, José Gabriel Chueca entrevista a Joan Manuel Serrat. Entre otros aspectos, el cantautor español habla sobre su incursión en el negocio del vino, su amistad con el "Cholo" Sotil y su evolución como artista. Los dejo con algunas preguntas:
¿Qué lo llevó a cultivar la vid?
La curiosidad y la ilusión, como en tantas cosas de mi vida pero, luego, aparece siempre la realidad, que es mucho más contundente y no siempre tan fabulosa. No acostumbro ni a entregarme ciegamente ni a huir, así que ando responsabilizado de lo que hago.
¿Cómo nació su relación con el vino?
Bebiendo. Es una cosa muy prematura. Mi padre me enviaba, en mi niñez, a las bodegas a comprar su cuartillo de vino y yo siempre le cobraba el impuesto revolucionario; entonces, siempre llegaba un poco menos. Una pregunta que se sale del tema... Sí, creo que vamos a ganar la liga (española) otra vez. Iba por ahí.
Usted conoce al Cholo Sotil de sus tiempos en el Barcelona.
¡Ay, mi cholito! Claro que lo he conocido. Lo he visto jugar y lo he querido mucho. Él formaba parte de un equipo en el cual aún conservo muchos y grandes amigos. El Cholo jugó con Marcial, Asensi, Cruyff, con todo un equipo que ha sido prácticamente coetáneo mío. Y hemos seguido con mucha preocupación, en distintos momentos, los avatares en la vida del Cholo Sotil, no siempre agradables.
Daniel F, un importante músico peruano, hizo un cover de un tema suyo, De cartón piedra.
Es fantástico. Creo que la satisfacción más grande que se puede tener es que le sirva a otros lo que uno haga. Todo lo que hacemos en esta vida es porque alguien nos lo mostró antes. Ser capaces de mostrar algo a otro es atar otro eslabón de la cadena.
¿Conserva los mismos ideales creativos con los que comenzó?
Me gustaría. No sé si he sido capaz. Y no sé si he sido capaz de deshacerme de otros que seguramente no eran tan interesantes. Y espero haber sido capaz de aprender otros. Porque la vida, a fin de cuentas, es una combustión en la que uno quema etapas de su vida y en la que se nutre constantemente para poder seguir quemando. Cuando me preguntan si soy el mismo que hace 30 o 40 años digo que espero que no, porque haber gastado 30 años en seguir igual me parecería un desperdicio.
(Foto tomada de Perú 21)