17 September 2006


CRÍTICA DE LA CRÍTICA

Hoy día domingo, en el suplemento El dominical de El Comercio, aparece una entrevista realizada a Julio Ortega. En dicha entrevista, Ortega se manifiesta sobre la crítica literaria en el Perú. Interrogado por la labor de la crítica en nuestro país, el entrevistado responde:

"Yo no llamaría crítico literario a alguien que no sea también un escritor. Y no porque algunos críticos cultivan la ficción, sino porque la crítica es una forma que no tiene sentido sino como literatura. Esto es, como cristalización de la lectura postulada como plural por las buenas obras. No hay gran literatura sin grandes lectores, y con malos lectores suele decaer cualquier buena literatura. Me parece que la crítica hoy es más diversa y compleja entre nosotros; y su espectro, en efecto, va del periodismo a la academia, sin mayor conflicto. Me interesa más la reciente crítica ensayística, que va de la historia cultural a la lectura documentada; confío desarrolle también ejercicios de lectura dedicada a las nuevas formas y tendencias literarias. Por lo demás, la peruana se amplía en la crítica peruanista, hecha fuera del país, y ese diálogo debería ser fecundo".

Más adelante señala:
"A nuestra crítica le ha faltado entusiasmo. Solo suele encenderse en el menoscabo. Y es que la mejor crítica la hacen quienes viven la lectura como inteligencia, empatía y civilidad. Por eso, para que la crítica sea más pertinente y actual, los mismos escritores deben hacerla. Lo vemos en las bitácoras de los nuevos escritores en todas partes. Luis Vicente Mora no requiere de los medios: sus lecturas son de la mejor crítica que se hace hoy en España. Iván Thays, en su bitácora, no se queda atrás".

De las dos respuestas de Julio Ortega se desprenden tres interrogantes:

1. ¿Solo los que ejercen el oficio de la escritura creativa están autorizados para ejercer la crítica literaria?

2. La crítica peruana, ¿solo suele encenderse en el menoscabo?

3. Esa crítica que bien reclama Ortega, ¿en qué espacios debería ejercerse?, ¿en los diarios, en la revistas especializadas, en las bitácoras o los blog literarios?

En verdad, son tres interrogantes que bien haríamos en responder para poder avanzar en el proceso de fundación de una nueva crítica literaria seria, objetiva, académica y responsable.