30 April 2008

ENTREVISTA A BORIS YZAGUIRRE


SOBRE LITERATURA GAY Y LA TOLERANCIA DE LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA

En el diario Perú 21 encuentro una entrevista al finalista del Premio Planeta 2007, Boris Yzaguirre, por la novela Villa Diamante. En la misma, el escritor venezolano opina sobre los ejes temáticos de su literatura y la tolerancia de la sociedad latinoamericana ante la temática homosexual.

Por: Esther Vargas

Se te relaciona solo con la literatura gay.


Existe una cultura gay y no me molesta ser parte de ello, pero creo que el sexo no debe ser tan importante como para definir completamente una creación, un trabajo o una obra.

Es como la mal llamada literatura de mujeres.

Igual de horrible. Cuando quieres hacer un trabajo muy importante y amplio, de más lectores, evidentemente tienes que escribir una historia heterosexual. Es curioso eso. Es discriminatorio. ¿Por qué no puede ser tremendamente masiva una historia de amor gay?

¿Por qué no puede ser?

Se supone que no es el discurso mayoritario. Se asume que la mayor parte de las personas no pasa por esta opción sexual. La mayoría supuestamente es heterosexual, ¿de verdad? Quién dijo que así era.Se ha asumido así y punto. El amor no es de un solo tipo. Hay muchos tipos de amores. ¿Por qué una historia de amor gay no puede ser leída por 10 millones de personas?

Difícil que cambie este panorama.

No, nunca cambiará. Es como el criterio predominante. Se dice que el amor es solamente heterosexual. A mí me choca. Durante toda mi adolescencia me moría por ver un hombre besando a otro, pero eso no lo encontraba ni en el cine, ni en la televisión, ni siquiera en las canciones. Las canciones no eran sobre un chico y un chico que se querían, sino sobre una chica y un chico. Por eso, las películas de temática homosexual las veía ocho veces. Es que iba a ver el beso, el que nunca podía ver.

Ser gay en Venezuela, como en el Perú, es -a veces- un lío.

No solo en nuestro continente. En los cincos continentes. Pero, en Venezuela, especialmente, fue horrible. Nunca tuve novio en mi país.

¿Puedes escribir peleado con tu marido?

No, para nada. Por eso me he prohibido pelear. Además, él siempre tiene la razón. Yo hago cosas tontas como decirle: 'Jaime ha venido, me quedo en su hotel'. Y tiene razón de enojarse por una cosa así, ¿por qué voy a fastidiar nuestra normalidad?

Algunos te recuerdan como el novio de Bayly.

Un beso no hace novio a nadie. Me hubiera encantado serlo, pero no fue. No descarto la posibilidad tampoco. Estoy casado. No sé el estado civil de Jaime, pero lo adoro. Es un amor, un amor más grande que la literatura, la televisión, que Miami y Madrid. Es amistad pura. El beso fue entre dos amigos, ya mayores de edad, con sus carreras bien ubicadas y con personalidades bien construidas que, de pronto, decidieron besarse, algo que nunca habían hecho. Yo lo veo como una cosa de varones. Dos machos besándose.

Dicen que la homosexualidad es un show, el pasaporte al éxito, la última moda.

Si así fuera, la heterosexualidad sería un show eterno. Lo que es un show es el sexo.

¿Por qué llama la atención tanto el sexo?

Porque a la Iglesia se le ocurrió decir que no era bueno, y es todo lo contrario. El sexo es buenísimo, pero la Iglesia ha venido atormentando a la gente durante mucho tiempo, diciendo que el sexo es solo para procrear. El sexo es gusto. Un helado es un gusto, una novela, como Villa Diamante, te da gusto. Besar a alguien, acostarte, experimentar. No hay nada de malo.

¿El sexo nunca fue un problema para ti?

Jamás. Nunca. Si me excitara tanto con alguien, al punto de adelantar la eyaculación, simplemente le diría "vamos a descansar" y, luego, lo volvemos a intentar. El sexo no es ningún problema.

Un escritor me decía que las lesbianas, a diferencia de los gays, están escondidas.

Son invisibles. Han optado por estar protegidas de esa manera. No sufren la persecución del gay, pero permanecen escondidas, obligadas a parecer invisibles, porque estorban o incomodan, es algo muy duro. Cuando yo empecé a ser famoso, me criticaron que estereotipara al homosexual, por mi pluma y mi estilo gritón, superficial y en constante fiesta. El asunto es que yo soy una fiesta todo el tiempo. Al fin, creo que he normalizado la imagen del homosexual. Una persona con éxitos y penas. Las lesbianas tendrían que encontrar a un Boris.

¿Qué es mejor: estar fuera o dentro del clóset?

No me gusta la idea de estar fuera o dentro, pero no puedes mentir y mentirte toda la vida. No lo puedes postergar toda la vida. Mientras más rápido, mejor. Además, te aseguro que te vas a encontrar con gente divina.