El día de hoy, en la sección cultural de La República, Pedro Escribano escribe un artículo sobre la intervención de Vargas Llosa en el homenaje que se le rindió al escritor uruguayo este viernes último en el Centro Cultural de España. En su exposición Vargas Llosa habló sobre la inmolación de Onetti al momento de escribir y sobre aquellos narradores que "inyectan" sus tripas en sus relatos, a los cuales denominó "escritores malditos". Los dejo con algunos pasajes de la intervención de nuestro laureado escritor, tomados del artículo de Escribano:
“Tolstoi, por ejemplo, extraordinario, maravilloso escritor, se despersonalizaba en el momento que escribía. De alguna manera su yo profundo estaba lejos y fuera de aquello que escribía”, explicó.
“Pero hay otros escritores –arguyó– que hacen exactamente lo contrario, que de alguna manera, a la hora de escribir, abren su propio cuerpo y escarban en sus propias entrañas, y allí adentro, explorando lo más profundo de lo que hay en ellos, no solamente lo bueno sino también lo malo, no solo lo generoso sino también lo mezquino, lo duro y lo terrible, hacen literatura a partir de eso.
“Esos son los escritores que en la historia de la literatura se les llaman generalmente malditos, escritores que en lo que escriben muestran el lado oscuro de la realidad humana, de la condición humana. Esos fondos terribles, traumáticos, irracionales, de los que salen a veces esas explosiones de violencia, individuales o colectivas”.
Comentó que en América Latina no hay otro escritor que se inmole como lo hizo Onetti en su obra, y que en ella existe una tensión dramática de seres frustrados, derrotados.
“Sus personajes –explicó el escritor– no tienen la vida que quisieran tener, son generalmente seres incapaces de triunfar en eso que se llama la lucha por la vida. Son derrotados en esa lucha porque carecen de las actitudes, de cinismo, de la falta de escrúpulos, según la versión de la vida que nos dan estas novelas, son los requisitos indispensables para triunfar”.