He programado mi vida de tal modo que nada ni nadie pueda interferir en lo que considero una existencia pacífica y tranquila; sin embargo, como me recordó un amigo -y en eso creo que todos coincidirán con él-, podemos manejar el 90 % de los actos de nuestra vida, pero el 10 % siempre estará sujeto al azar, al acontecer del día a día: algún idiota que hace un comentario desagradable; alguien que se pasa la luz roja y logra arremeter contra la serenidad de nuestra mañana; o, de pronto, algún suceso que logra recordarnos que por más que intentemos ordenar nuestro destino, siempre existirá el desatin(o)ado que nos recuerde que la vida está sujeta al azar.
Ante esos días de mierda, ¿qué puede uno hacer?: levantar el puño en alto y decir: "Dios mio, ¿qué he hecho para merecerme esto?"; fumarse un "wiro" y pensar: "Mañana será otro día"; o tomarse un par de whiskies dobles y meterse un par de Lexotan. ¿Qué mierda hacer?
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