La maldita del rock británico ofreció un espectáculo digno de la mejor antología bizarra del rock: no solo estaba pasada de drogas y de alcohol sino que ademas no podía sostenerse en el escenario, necesitando la ayuda de algunos asistentes para poder mantenerse en pie. Too much. Alguien le tiene que decir a esta chica que pare la mano, al menos que deje un poco para los yonkis y drunkers pobres.