28 November 2009

JULIO RAMÓN RIBEYRO EN LA FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA


Este próximo mes de diciembre se cumplen 15 años de la partida de Julio Ramón Ribeyro y en la recientemente inaugurada Feria del Libro Ricardo Palma se le dedica un homenaje en cada espacio que comprende el Vértice del Museo de la Nación. A ello se suma la presentación de la edición definitiva de La Palabra del Mudo por Seix Barral y de dos libros de Jorge Coaguila sobre el cuentista miraflorino. En la sección Luces de El Comercio, Enrique Planas escribe un artículo sobre la presencia de Ribeyro en la feria:

La Feria del Libro Ricardo Palma, que inauguró ayer su edición 30 en el Vértice del Museo de la Nación, ha querido que la presencia del escritor fallecido hace 15 años se sienta en cada actividad cultural y en cada rincón de sus instalaciones. En efecto, quien recorra los pasadizos de la feria, sus plazas y alamedas, encontrará que los motivos ribeyrianos identifican todo el espacio. Así, las rosas de “Silvio en el Rosedal” flanquean el paso de un público que podrá encontrar las últimas novedades del autor, entre las cuales destacan la edición definitiva de sus cuentos completos, dos magníficos tomos de “La palabra del mudo” editados por Seix Barral. También brilla “Julio Ramón Ribeyro: penúltimo dossier”, selección de testimonios recopilados por Jorge Coaguila y Néstor Tenorio Requejo, que reúne las voces de Carlos Eduardo Zavaleta, Guillermo Niño de Guzmán, Peter Elmore, Ricardo González Vigil, Marco Martos, entre otros cómplices literarios. Asimismo se presentará la segunda edición de “Las respuestas del mudo”, también a cargo de Jorge Coagila, libro que reúne 30 de las más reveladoras entrevistas al escritor publicadas entre 1960 y el 2003.

Igualmente, el ensayo “Para entender: Julio Ramón Ribeyro”, de la escritora mexicana Vivian Abenshushan. “Ribeyro fue un autor apátrida, alguien que no pertenece a un solo lugar. Sus cuentos están poblados de personajes solitarios y periféricos. Cuando lo leí por primera vez, me habló directamente, más allá de cualquier localismo”, dice la autora, una de las invitadas más interesantes de la feria, quien ayer dio testimonio de cómo el furor por la obra de Ribeyro se extiende mucho más allá de las azoteas limeñas