25 November 2009

HISTORIAS TREMENDAS, NUEVO PROYECTO DE HERNÁN MIGOYA




Hernán Migoya me envía un mail para compartir la noticia de la edicíón de un nuevo proyecto de comic: Historias tremendas. El propio Hernán lo comenta:

Éste es el segundo proyecto editorial del que me hago cargo y he puesto en él un cariño especial. ¿El motivo? El motivo se llama Abulí.

Enrique Sánchez Abulí es uno de esos guionistas en los que uno no puede dejar de proyectarse. Su personaje Torpedo 1936, popularizado gracias a su tándem con Jordi Bernet, es conocido internacionalmente. Pero hay series suyas, como Kafre, la que realizó durante años y años para El Jueves con Das Pastoras al dibujo, que por puro concepto ya me vuelven loco.

Su tono siempre estriba entre lo cruel y lo sentimental. Abulí es un tierno bruto. Al leerle entiendo de dónde me vienen algunas influencias que no identificaba. Y es un autor que, como el cianuro, gana en pequeñas dosis.

Lo mismo ocurre con estas Historias Tremendas. En realidad, se trata de una semi-reedición: las historietas dibujadas por el mítico Oswal ya habían sido recopiladas en un volumen titulado 13 relatos negros, y las de Darko habían ido apareciendo en diversas publicaciones, excepto alguna que otra aportación inédita.
Hace unas semanas, Abulí y yo nos sentamos a decidir un título global para el nuevo volumen. De inmediato, la primera palabra que me vino a la cabeza fue “TREMENDO”. Para mí define muy bien el tipo de historia que el maestro domina con audacia temeraria de conductor suicida. El suyo es, como dije en otro lugar, casi un género en sí mismo: un género que aporta historias tremendas. Le consulté el título y le pareció bien. Y así se ha quedado.
Historias Tremendas contiene como mínimo un par de obras maestras entre sus 24 historias. Una de ellas es la que el dibujante serbio ha dibujado específicamente para esta edición: se titula Lo que pasa cuando no sucede nada y podría ser una Historia para no dormir antológica de Chicho Ibáñez Serrador, si Camilo José Cela y Jim Thompson hubieran figurado alguna vez en su plantilla de inspiraciones clásicas.

De hecho, en la portada hemos optado por la referencia casi directa al género terrorífico y la estética popularizada por el mencionado genio de la TV. En vez de minimizar los aspectos más tremebundos (la otra palabra derivada que siempre me viene a la cabeza al pensar en la obra de Abulí), los hemos potenciado. El mérito de la portada, brillantísima, corresponde al Director de Arte: hay gente que derrocha dinero; Dani Barbero sólo derrocha buen gusto.

En el mundo editorial siempre ha existido la leyenda urbana de que el suicidio como motivo gráfico en una portada no vende. Con esta obra, me estoy dando el gusto de comprobarlo de una vez por todas. ¡Entremos en la habitación del fantasma y mirémosle a los ojos!

El tomo está dedicado a nuestro amigo Santi Navarro y cuenta con un sorprendente prólogo de Paco Plaza, justo antes de que se sumergiera en la vorágine de la promoción de REC 2.

Por favor, disfrutad con la lectura de Historias Tremendas. Hay mucho para disfrutar.