17 July 2008

CAMARA PERUANA DEL LIBRO SE PRONUNCIA


SOSPECHOSA DEFENSA DE UN VETO

Las editoriales independientes que operan en el país desempeña una labor cultural que las grandes editoriales han dejado a un lado, como es la promoción y descubrimientos de nuevos talentos literarios y el apoyo en la incipiente carrera literaria que inician los escritores noveles. Se trabaja con pequeños presupuestos y la promoción de libro se limita a lo que el editor y el autor tienen a su alcance. Por eso, sorprende e indigna la forma como un representante de la Cámara Peruana del Libro señala al proceder de la ALPE en el alquiler de los stands de la próxima feria como una "criollada" y reduce la actividad de los editores independientes a una cuestión meramente comercial. Hoy día, en Perú 21, Jaime Carbajal, secretario de esta institución ofrece su versión de los hechos:

¿Por qué, si Peisa alquiló cuatro stands para la ALPE, ustedes deciden resolver el contrato y dejarla sin espacio en la Feria del Libro?

Quiero explicarle el proceso de adjudicación de stands. Primero se hace una preventa, donde solo pueden participar los socios de la Cámara, quienes tienen un precio especial. Aquí Peisa se adjudicó ocho stands. Además, pidió cuatro espacios adicionales. No le pusimos ninguna objeción porque no hay un tope para comprar espacios. El problema aparece cuando la directora cultural de la Feria del Libro recibe peticiones de la ALPE alegando que ellos habían pagado por sus stands. “Tenemos cuatro espacios”, le dijeron. Peisa compró espacios para la ALPE en una preventa destinada solo a socios de la Cámara. La ALPE no debió participar de esta preventa pues no es socia de la Cámara.

¿Tiene pruebas de que Peisa subarrendó los cuatro stands a la ALPE?

Sí. Acá tengo un correo electrónico que el señor Pierre Emile Vandoorne (socio de la ALPE) le dirige a uno de sus asociados, donde le refiere el mecanismo que han encontrado para participar de la Feria, que era alquilar los stands a través de Peisa. Nos estaban sacando la vuelta. Segunda falta: en el correo se les indica, y cito, “el costo de participación de cada miembro de la ALPE”. ¿Acaso esto no es un subarriendo? Luego, precisan que al alquilar el espacio tendrán “un descuento debido a la tarifa preferencial que hemos obtenido”. Claro, obtuvieron una tarifa especial porque los alquilaron a través de Peisa, pero el descuento no les corresponde. Aquí no hay discriminación. No hay veto, pues todas sus actividades están en nuestro programa cultural. Lo que nosotros no vamos a permitir es la criollada. Han querido sacarle la vuelta a nuestro reglamento.

¿Ustedes ven la ALPE como un rival, tienen anticuerpos contra Germán Coronado, de Peisa?

Yo no tengo nada contra el señor Coronado. Sus libros se venden en mis librerías y creo que ha hecho una gran labor como editor, a pesar de que ha perdido a sus más importantes escritores. Nosotros saludamos y vemos con simpatía la creación de la ALPE.

(...)

¿Están abiertos al diálogo?

Yo he conversado con el señor Coronado y le he dicho que este desencuentro no le conviene a nadie, más allá de antipatías personales. Sucede que no quieren negociar nada, quieren imponer su criterio. Nos han amenazado con demandarnos. Que lo hagan y allí veremos quién tiene la razón. Pidieron una reunión y, luego, la cancelaron. Mienten y mienten. Germán Coronado dice que los editores independientes chilenos amenazan con no venir. Falso. Acá tengo una carta donde afirman que esto no es cierto (nos da una copia). Queremos hacer una gran feria y no aceptaremos sus caprichos. Las puertas están abiertas para las editoriales pequeñas. Si deciden no estar presentes en la feria es porque siguen un capricho de su dirigente, el señor Coronado.