Después de un periodo de reflexión, Alonso Cueto se ha animado a ingresar a la galeria de escritores con página virtual (y por la puerta grande): con una atractiva pagina web personal donde podemos encontrar su reseña biográfica, las entrevistas que le han realizado, las distinciones obtenidas y su trayectoria literaria. Una buena forma de conectarse directamente con todos sus lectores.
Reproduzco una entrevista de Nuria Ibáñez con ocasión de la aparición de la novela El susurro de la mujer ballena:
Una parte de la novela narra la amistad entre las dos protagonistas cuando eran niñas y su relación en la escuela ¿La historia nace de sus recuerdos de la infancia?
En realidad surgió de un programa de televisión en el que reunieron a un grupo de ex compañeros de clase. Entre ellos estaba el muchacho del que todos se burlaban cuando eran niños, y éste confesó al resto que esas bromas tuvieron un gran efecto en su vida. Los recuerdos de esas humillaciones destruyeron su autoestima; no pudo mantener un trabajo, su matrimonio fracasó, nunca logró amistades constantes. La historia me interesó porque un salón de clases es una minisociedad donde ya se establecen muchos de los roles que después van a funcionar en la vida adulta: los líderes, los que obedecen, los que son objeto de humillaciones, los que lo miran todo de lejos.
Inicialmente los protagonistas eran dos hombres. ¿Por qué los cambió a dos mujeres?
Me interesaba hablar de los pactos de una amistad íntima, llena de confidencias y secretos, y pensé que podían ser dos mujeres porque me parece que, en general, las mujeres están más dotadas para amistad que los hombres; las mujeres son más capaces de un compromiso emocional más fuerte. Por lo pronto, son los que se acuerdan de los cumpleaños y aniversarios. Pensé que si los personajes eran femeninos, la relación de amistad sería más compleja e intensa y podría haber un terreno mayor de exploración.
No es la primera vez que una mujer se convierte en la protagonista de sus novelas. En Grandes miradas estaba Gabriela.
Lo que quise hacer con el personaje de Gabriela es mostrar que detrás de esta mujer común y corriente había un ser violento, vengativo que ella misma descubre. En general me interesa mostrar que es durante las grandes revelaciones (en el caso de Gabriela es la muerte de su novio) cuando los personajes sacan a relucir lo esencial de sí mismos. Uno de los temas que me interesan es la reacción de los seres humanos a las revelaciones de los secretos sobre ellos mismos.
Algo parecido ocurre con los protagonistas de El susurro de la mujer ballena y de La hora azul. Ambos proceden de una clase acomodada de Lima, tienen la vida resuelta, pero un secreto del pasado aflora y les hace tambalearse.
Sí. En las dos novelas hay un detonante que es la aparición del lado oscuro, ignorado, soslayado, que perturba una situación ya dada; y en las dos tiene que ver con la irrupción del pasado como una fuente de culpa. El pasado es un tema que siempre me ha fascinado ¿Cómo los hombres podemos vivir en armonía con el pasado? ¿Cómo sobrevivir a nuestros recuerdos y no ser sometidos por su peso? El personaje de Verónica dice que la memoria es un campo de concentración, y creo que en cierto modo la felicidad de las personas depende de cómo se relacionen con los hechos fundamentales de su pasado. En el mundo quechua el pasado es lo que está delante de ti porque es lo que tú ves, mientras que el futuro está detrás porque no lo puedes ver.
La novela transmite una permanente sensación de angustia y amenaza que va en aumento ¿Cómo logra mantener ese peligro constante con hechos tan cotidianos?
Hay una verdad interior que es la amenazante, que es la aparición de estos secretos. Rebeca es una amenaza para Verónica, pero me interesaba mantenerla como un ser vulnerable, necesitado y solitario; y que se oscilara entre la violencia y la ternura. Creo que una de las grandes lecciones de la narrativa contemporánea es la de Henry James, para quien todos los objetos, hasta el más pequeño, pueden ser vistos como poderosos simbolo, dependiendo de la perspectiva del personaje. Lo fundamental es la visión de las cosas y no las cosas mismas.