El poeta español que fue fusilado en un paraje solitario de Granada, su ciudad natal, durante la Guerra Civil Española, y que se convirtió en líder de la Generación del 27, ha pasado a ser centro de atención en España. Una noticia anuncia que los restos del poeta granadino serán exhumados en los próximos días, hecho al que se negaba su familia; pero el deseo de los familiares de sus compañeros de fosa de identificar y recuperar a sus seres queridos ha cambiado definitivamente las cosas. Los dejo con la noticia de la red:
EL PAÍS.
La fosa donde descansan los restos de Federico García Lorca y otros tres represaliados en Granada podría abrirse en corto plazo. La familia del poeta, siempre reacia a remover el lugar, no impedirá que el juez Baltasar Garzón exhume los cadáveres. "No lo impediremos. Aunque nos gustaría que no se hiciera, respetamos los deseos de las otras partes implicadas", aseguró ayer Laura García Lorca, sobrina carnal de Federico. Ésa es la posición de la familia. Sin fisuras. Así se lo expresaron ayer a EL PAÍS y tienen previsto anunciarlo de manera inminente.
Cuando el pasado viernes 12 de septiembre, los familiares del maestro Dióscoro Galindo González y del banderillero Francisco Galadí pidieron al juez Garzón ante el Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional que se exhumaran los restos de sus antepasados, algo más simbólico se removió en el camino de esa historia trágica. Junto a ellos reposa Federico García Lorca. Su familia, hasta ahora contraria a remover aquel paraje en busca de los huesos de su tío, es consciente de que esta trágica historia no va a seguir como hasta ahora.
El poeta granadino fue asesinado junto a Dióscoro y Francisco y a otro banderillero, Juan Arcolla, sin descendientes que lo hayan reclamado. Fue junto al barranco de Víznar, donde yacen también miles de represaliados durante la guerra y la dictadura en Granada, en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Los cuatro fueron enterrados sin sepultura.
Las investigaciones llevadas a cabo por Ian Gibson para su libro El asesinato de Federico García Lorca señalan el lugar en el que podrían estar los restos, bajo un olivo, junto al barranco en el que hoy existe un parque memorial de todas las víctimas. Otras teorías lo señalan a 400 metros. En el caso de Gibson fue el enterrador, Manuel Castilla Blanco, quien le llevó al lugar donde yacen los cuatro. Si el requerimiento ante el juez Garzón prospera podrían salir de la tumba a la que el horror y el martirio les llevó. Laura García Lorca matiza la postura de la familia del poeta y las razones por las que prefieren que no se abra la fosa.