Ayer sábado, después de muchas semanas, tuve la ocasión de reunirme junto con mi hermano Henry y escuchar dos conciertos de dos grupos que siempre nos han entusiasmado: U2 y la banda de Manú Chau, acompañados de una botella de un buen pisco. El primer concierto era la gira VÉRTIGO de U2 por E.E.U.U. En una parte del concierto, Bono Vox invita a los asistentes a encender sus celulares y enviar un mensaje de texto contra Bush y a favor de la paz. Además, invitaba a todos a luchar contra el hambre, la pobreza, la explotación y la esclavitud en todas sus formas.
Dos horas después pudimos apreciar un concierto de Manú Chau en París. A mitad del concierto, el músico hizo escuchar a todos los fanáticos del grupo el mensaje que el sub-comandante Marcos dirigiera al pueblo mexicano. Ambos cantantes, desde sus diferentes propuestas invitaban a todos a luchar por aquellas cosas que estaban mal en el mundo, ambos prestaban su música para levantar una voz de protestas contra todas las injusticias del mundo. Una vez que acabaron los dos conciertos me dirigí a casa con una misma idea en la cabeza: ¿dónde quedaron todos aquellos ideales por los que lucharon las generaciones anteriores?, ¿dónde quedó aquella rebeldía que nos movilizaba a las calles para reclamar por un mundo mejor? Ha pasado un día y no alcanzo a responder ninguna de las dos interrogantes. Será mejor prender la televisión o ingresar a internet para seguir idiotizándonos y hacernos los locos ante todo lo que ocurre alrededor. O como decían Los Prisioneros, muy sabiamente: "Para ser feliz, hay que ser idiota o hacer el idiota".