09 February 2007


PAUL AUSTER CONTRA BUSH

New York. EFE.

Mordaz. Paul Auster, un escritor que no se desentiende de la política. Abajo, la carátula de su nueva novela. (Foto: EFE)El escritor Paul Auster (Nueva Jersey, 1947) criticó de nuevo al gobierno de su país, y en esta ocasión en su propia ciudad, Nueva York, donde lo acusó de buscarse "enemigos externos".

"Las grandes potencias siempre necesitan crearse enemigos para conservar su poder", dijo en la presentación el martes pasado de su último libro, Travels in the Scriptorium, en la que habló de literatura y de política. "¿Se puede aplicar eso a los tiempos actuales?", le preguntó tras su afirmación la coordinadora del acto, la periodista Katherine Lanpher, ante lo que el autor respondió: "Ha ocurrido en el pasado, ocurre en el presente".

Y añadió: "Lo cierto es que América lleva desde la Segunda Guerra Mundial buscando activamente enemigos externos".

Existencialista

"Trata de la confusión que se produce en la vejez", dijo sobre su última novela, de la que leyó una parte en la que el protagonista, Mr. Blank, expresa perplejidad por lo vasto de esa edad, "que incluye a quienes tienen entre sesenta y cien años".

Travels in the Scriptorium supone el regreso de Paul Auster a la literatura de corte metafísico que le consagró en su obra más conocida, La Trilogía de Nueva York.

Tras Brooklyn Foolies, su anterior narración, el nuevo libro surgió "de una imagen que me asaltó y que era la de un hombre sentado en el borde de una cama, las palmas de las manos sobre las rodillas, la cabeza baja, mirando el suelo", explicó.

Esa es, precisamente, la primera frase del relato, que se desarrolla en el ambiente claustrofóbico de una habitación en la que el protagonista, que padece amnesia, se siente cautivo.

"¿Se siente influido por Dashiel Hammett?", le preguntó Laphner en alusión al paralelismo que varios críticos han establecido entre su obra y la de ese maestro del género.

"Me gusta más Raymond Chandler", respondió Auster, quien también negó la influencia de Samuel Beckett, cuyo estilo asimismo se ha relacionado con el suyo y de quien se declaró admirador, "aunque no pienso en él –precisó–, a la hora de escribir".

(Tomado de la página cultural de La República)