El día de hoy, en la Revista Somos, aparece un reportaje a Guiliana Llamoja, con motivo de la inminete aparición de su primer poemario: No sé todavía, que incluye el libro ganador de los juegos florales 2004 de la UNIFE, El amor y la Vía Lactea. Los dejo con dos poemas de Giuliana:
ERES EL TIEMPO
Te hablo con el sol
y con la lluvia
con las tardes vacías y con las tardes solitarias;
te hablo, como aquella que no conoce
sino el escándalo de tus ojos incandescentes.
Mi amor es un accidente climatológico,
una tórrida estación de verano
que calcina los bosques y desnuda el paisaje de tu piel.
Tus numeroso rostros son las estaciones de un año completo
y el tiempo se detiene cuando duermes
o cabeceas sobre mi ombligo
como una estrella agitada por los destellos la vía láctea.
ANDA Y DILE
Anda, detente en sus ojos
y dile que aquella mujer de elevadas caderas no eras tú.
No he querido querer siendo humo, plagarnos de risas violetas
A mis 22 aún no, y sin embargo te llenaron de días prohibidos.
Mi última palabra fue un barco que huyó explicándome el camino
y simplemente se fue.
La habitación se ha vuelto en mí.
No calcines más este recomienzo
que tu lengua rosa estira si recién es mediodía
y aún nos ven.
Con la luna hecha nudos en tu vientre,
allá, donde las golondrinas vuelven a mis pies,
no levantes la esperanza, ni la eches a volar si está llena.
Anda pequeña muda,
anda llena de mudez,
anda sobre tus pies de sombra. Corre. Comienza la carrera.
Sin labios para descubrir mi voz,
es la sed quien guarda entre sus dedos -siempre-,
nuestro último gran recurso: Mirar sus ojos
con la intensidad de la desesperación, sí,
saciarlos de primavera,
y escuchar con la suavidad de una oración,
en qué parte de su existencia
acaecen tus mañanas de improfundo atardecer