IQUITOS BIZARRO Y SENSUAL (PARTE I)
By: Max Palacios
Desde que uno pisa el Aeropuerto de Iquitos el cambio de temperatura se siente en todo el cuerpo y en cada centímetro de la piel. Es un calor sofocante, pero que no molesta, sino que nos hace recordar que estamos en la ciudad de la alteración de los sentidos.
Nuestra primera experiencia es recorrer el trayecto del aeropuerto a la ciudad en moto -el único medio de transporte en Iquitos es la moto y el motokar o mototaxi- acompañado de nuestra anfitriona: Licy Gonzales. A medida que avanzamos, el paisaje tropical de la ciudad se muestra ante nuestra vista. La combinación de olores y colores es sobrecogedora: el olor a madera recién talada perfora nuestro olfato y la sucesión de imágenes que plasman el espíritu amazónico es apocalíptica.
Llegamos al hotel y nos instalamos. La urgencia del aire acondicionado en cada habitación es indispensable, no se puede dormir con una temperatura que supera los 33 grados. Una vez instalados, salimos con Henry, mi hermano, a conocer la ciudad.
EL MALECÓN
Ya está cayendo la tarde en Iquitos y damos una vuelta por el malecón, una de las zonas más concurridas de la ciudad y desde donde se puede apreciar el inmenso caudal del río Itaya, uno de los afluentes del Amazonas. En una esquina muy céntrica se ubica el Fiztcarraldo, un café bar creado en homenaje a Werner Herzog. Dentro de sus instalaciones podemos encontrar la proa del barco que sirvió a la filmación de la película homónima y en las paredes están colgados algunos artículos como sombreros, escopetas y largavistas. Pero la diversión está en el Arandú Bar, un local que acoge a la gente bohemia de la ciudad. Nos sentamos en una de las mesas que están ubicadas en la parte externa del local y con unas cervezas, mientras escuchamos a Bob Marley, nos dedicamos a contemplar a los personajes que recorren a esa hora del día el malecón. Lo que me llama mucho la atención es la facilidad con que los iquitenses entablan conversación con los turistas, con una calidez y una naturalidad que pocas veces se ve en nuestro medio, eso se deba a que quizá el espíritu amazónico tiene una buena vibra que sintoniza muy bien con los visitantes.
REUNIÓN EN EL INC
Unos de los motivos de nuestros viaje era coordinar acciones para sacar adelante la antología de literatura amazónica que proyectamos publicar en Bizarro Ediciones. Para ello nos reunimos con Francisco Bardales, director de INC de Iquitos, una persona encantadora que desde su cargo ha hecho mucho por la difusión de la cultura amazónica y que gracias a su labor ha podido sacar adelante muchos proyectos culturales para la región.
Paco me confirma que una antología que reúna a escritores amazónicos no solo es necesaria sino que además vendría a llenar un gran vacío dentro de la literatura peruana. Además, serviría como vitrina para todos aquellos escritores que no son conocidos en la capital. Por otro lado, me menciona que un proyecto que podemos empezar a trabajar es la re-edición de uno de los libros de César Calvo, dado que este 2010 se cumplen diez años de la partida de nuestro gran poeta. Pero de ese proyecto les hablaré luego.
Al despedirme, Francisco me obsequia un ejemplar de IQT (Remixes), libro que reúne sus textos periodísticos y de creación, y que está impecablemente editado por Tierra Nueva Editores, y con diseño de Christian Bendayán. En los próximos días postearé algunos de los textos del libro para que puedan apreciar la calidad de la prosa de este joven escritor.
LA DIVERSIÓN ESTA EN NOA NOA
¡Vamos a Noa Noa, Noa Noa, Noa Noa!, rezaba un estribillo de una canción de los años ochenta. Y al Noa fuimos la segunda noche de nuestro viaje, una tradicional discoteca que divierte a los iquitenses desde hace muchos años. Quien viene a Iquitos y no visita el Noa no sabe lo que significa la diversión en esta ciudad.
Ingresamos a la discoteca y la música está en todo su esplendor. Nos ubicamos en uno de los points laterales para observar el paisaje. El DJ programaba solo música que enloquecía a los habitúes: una mezcla de temas de actualidad con un fondo de música electrónica. La gente se movía en forma frenética, casi diría que danzaban.
Las chicas expresaban esa sensualidad y exotismo que caracterizan a la mujer de Iquitos. Lejos está el clisé limeño machista de la mujer amazónica: mujeres insaciables de frágil moral. Las mujeres de Iquitos son mujeres independientes y autosuficientes que no necesitan la aprobación de la mirada masculina para sentirse bien.
Uno ingresa al Noa pasada la medianoche, pero en realidad no sabe a qué hora va a salir. De repente sales a comprar cigarrillos y te das cuenta de que son las 7 de la mañana y que la noche se fue volando. Ya es hora de regresar al hotel y dormir algunas horas para recuperar fuerzas para el dia que ya empezó.