Por: Max Palacios
1. Después de haber incursionado en la novela con Los quehaceres de un zángano , ¿cómo derivas en los relatos y en el caso de tu último libro, en lo micro-relatos?
Escribo
relatos y micro-relatos desde el principio. En aquellos años, mediados de
los 80’, escribir una novela me parecía una empresa imposible de ejecutar.
En el sentido clásico, al menos, de lo que se entiende por escribir una
novela. Buscaba formas narrativas en las cuales pudiera sentirme cómodo.
Comencé a escribir textos bastante breves, sin tener idea de que se
trataban de micro-relatos. Era puro instinto, nada más. En esa época el
micro-relato no era reconocido como forma decente de narrativa. De hecho,
ni siquiera era considerado parte de la literatura. No tenía la acogida
que tiene hoy, que existen concursos de micro-relatos por todas partes, como
una especie de moda. Yo mismo pensaba que esos textos eran sólo estampas,
escenas, que podían describir de manera concisa y efectiva una determinada
situación. Pero disfrutaba mucho escribiéndolos. Constituían un reto
porque se trataba de contar una historia que funcionara, utilizando la
menor cantidad de recursos. Una economía de guerra en tiempos de crisis,
entendiendo por “guerra” la lucha personal que se desata cuando uno entra
en el proceso creativo y por “crisis” la falta de habilidad para plasmar
las ideas en la forma que fueron originalmente concebidas.
2. ¿Qué diferencias hayas entre un cuento y un micro-relato o micro-ficción?
Siempre
he entendido que el cuento responde al concepto tradicional de
planteamiento-conflicto-desenlace. Al micro-relato no le alcanza para
seguir este formato. Por el contrario, prescinde de él para provocar en el
lector un impacto más repentino aún.
3. En tu último libro, Brindis, bromas y bramidos, he notado un humor corrosivo en varios de los relatos, ¿te propusiste desde el inicio ello o las historias te llevaron por ese camino?
Trato de
insertar algo de humor en cada texto que escribo. Es mi manera de
defenderme de la realidad. Es verdad que muchos de los temas abordados en
estos relatos invitan a reírse de lo absurdo que puede ser a veces la
vida. En algunos casos el humor ha surgido naturalmente y en otros ha sido
un recurso deliberado.
4. He notado una notable evolución de tu prosa en este último libro, ¿crees que has logrado hallar tu verdadera forma de narrar las historias después de tres libros publicados?
Creo que
cada libro escrito es una experiencia de aprendizaje. Me gusta probar
nuevos caminos. Abordo las historias desde un ángulo distinto cada vez. En
ese sentido, es una búsqueda constante.
5. A pesar de radicar en Estados Unidos desde hace mucho tiempo, siempre ambientas tus textos en el Perú, sobre todo en Lima, ¿sigue siendo nuestros país motivo de inspiración o es solo una emoción nostálgica?
Ambas
cosas. Vivo en Estados Unidos desde el 2006, pero las historias que he
escrito hasta ahora tienen como fondo el Perú, la ciudad de Lima en
particular, porque es el escenario donde las he vivido. Sin embargo, las
experiencias de Nueva York pronto serán reflejadas en un nuevo relato que
se titulará “La cocina del infierno”.
6. ¿Cuáles son tus próximos proyectos y cuando veremos un nueva publicación?
“La
cocina del infierno” es un relato que estoy escribiendo ahora mismo. Formará
parte de un libro de 3 relatos largos, a los que llamaré “Historias (o
algo así) de un mundo inhóspito”. En él también están incluidos “Los
ingobernables” y “Comando Meón”. Los 3 textos, aparentemente inconexos e
independientes, interactúan sutilmente. Describen la historia de un
personaje que crece, y se contamina, en una sociedad convulsionada como la
limeña, años después parte, o mejor dicho huye, a Estados Unidos en busca
del típico “futuro mejor” para luego, finalmente, volver a su país a
contribuir patrióticamente con él. Precisamente “Los ingobernables” (un
relato de 25 páginas, dividido en 14 capítulos) empezará a publicarse por
entregas en este mes de Julio en el Periódico Irreverentes de España
(www.periodicoirreverentes.org). Existe también la posibilidad de
re-publicar “Polvos ilegales, agarres malditos”, igualmente por entregas,
en una revista venezolana de sexo y literatura. Además en los próximos
meses estaré siendo parte de un proyecto de Sigueleyendo.es, una editorial
digital española, que publicara diariamente cuentos y relatos de
diferentes autores ibéricos e hispanoamericanos.